De la música te vas a morir de hambre: ¿Realidad o mito?

“De la música te vas a morir de hambre”, una frase que retumba en los oídos de muchos jóvenes (y no tan jóvenes) con sueños musicales. Un estigma que, alimentado por estereotipos y la presión social, puede truncar el desarrollo de talentos increíbles.

El estereotipo del músico bohemio y pobre, viviendo al día y sin un futuro estable, es una imagen que pesa sobre la decisión de muchos. La sociedad, en general, no reconoce la música como una carrera viable, ignorando la gran variedad de caminos que ofrece este campo.

Los familiares, muchas veces, son los primeros en desalentar las aspiraciones musicales. Temen por la estabilidad económica de sus hijos, sin comprender la pasión que los impulsa y el potencial que albergan. Se les anima a estudiar carreras “más seguras”, “con más futuro”, ignorando la importancia de la felicidad y la realización personal.

Estudiar música no es solo aprender a tocar un instrumento. Se trata de desarrollar una sensibilidad artística, un conocimiento profundo del lenguaje musical y la capacidad de expresarse a través del sonido. Es una formación integral que abre las puertas a un mundo de posibilidades.

Ser músico no significa vivir en la pobreza. Existen diversos nichos dentro del mercado musical que ofrecen oportunidades de trabajo y desarrollo profesional. La docencia, la composición, la producción musical, la interpretación en vivo, la gestión cultural, son solo algunos ejemplos.

El camino del músico no es fácil, como en cualquier otra profesión, requiere esfuerzo, dedicación y perseverancia. Sin embargo, la recompensa de vivir una vida dedicada a la pasión es invaluable. La satisfacción de crear, compartir y conectar con las personas a través de la música es un sentimiento incomparable.

Es importante romper con los estereotipos y abrir la mente a las nuevas posibilidades. La música es una industria que genera millones de dólares al año y que ofrece oportunidades para aquellos que están dispuestos a trabajar duro y perseguir sus sueños.

A las personas que sienten la pasión por la música, les animo a no dejarse intimidar por las frases desalentadoras. Sigan su camino con determinación, exploren su talento, estudien, perfeccionen sus habilidades y busquen oportunidades. La música puede ser una fuente de enorme satisfacción personal y profesional.

A los familiares, les pido que comprendan y apoyen las decisiones de sus hijos. La música no es un pasatiempo, es una carrera con un gran potencial. Confíen en el talento y la pasión de sus seres queridos, y ayúdenlos a construir un futuro brillante en el mundo de la música (o en cualquier carrera).

De la música no se muere de hambre, se vive, se siente, se anhela, se respira, se sueña. La música es un lenguaje universal que une a las personas y transforma vidas.

No dejemos que los estereotipos opaquen la luz de los talentos musicales. Creemos en el poder de la música para construir un mundo mejor, un mundo donde la pasión y la creatividad sean valoradas y donde los sueños puedan hacerse realidad.

Ottis Lóan

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